domingo, 22 de mayo de 2011

"Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad."(Sartre)





¿Que otra cosa pueden ser el cielo o el infierno, sino esto?
Encerrados en duras vasijas, o liberados hasta el punto de la muerte o la locura?
La oscura claridad que contaba el poeta, ese secreto hermoso que es la sensación de plenitud, el punto medio budista, el centro del mandala.
Del camino solo parecen quedar antiguas leyendas, el mapa perdido de un tesoro escondido en nuestra civilización.
Viviendo en el eterno boceto de la puerta giratoria de las ilusiones.
Entonces pareciera que el centro se ha transformado en algo artificial e invisible.
¿Cuándo la conciencia deja de ser su propio centro?

viernes, 29 de octubre de 2010

La percepción del Símbolo



Por lo común, cuando nos hablan de símbolos, solemos asociar su significado e implicancias a toda una vertiente de pensamiento que relaciona el símbolo a un significado sacro, proveniente desde tiempos inmemorables y de un origen cercano a los mitos. El significado de estos símbolos se aprecia, desde este punto de vista, como un significado único, que trasciende a las palabras y que puede ser apreciado por medio de la contemplación. Es decir, por medio de una atención casi flotante, donde el significado del símbolo llegaría a nosotros por inspiración divina, o por el recuerdo de aquellos arquetipos que vienen acompañando a nuestra especie desde generaciones ya perdidas en el tiempo.
El significado del símbolo nos entregaría, aquello que los filósofos han llamado el saber de salvación, en el cual el contenido simbólico nos entregaría la posibilidad de desarrollar un cierto conocimiento que nos lleve a situarnos en el mundo de una manera más virtuosa.
El sentido común que se asocia a los símbolos, como se dijo anteriormente, se alimenta de toda una vertiente de pensamiento que se encuentra fuertemente influenciada por un saber hermenéutico, es decir, que por medio de la interpretación de aquello que es el misterio, podemos llegar a develar un significado determinado a partir de un cierto contenido. Para ello suelen utilizarse ciertos códigos de interpretación, como por ejemplo, el saber hermético (de ahí hermenéutico), donde el significado de los símbolos solo es accesible a aquellos que pertenecen a un cierto tipo de clase social. He aquí que el significado único del símbolo obedece a un código de interpretación, por medio del cual se puede “leer” a éste.
Sin salir de la hermenéutica, el psicoanálisis aporta algunos cambios sustanciales para entender al símbolo. Freud nos dice que el significado simbólico de algún contenido, como por ejemplo de los sueños, no tiene un significado único. La lectura a partir de un código queda suspendida luego de sus estudios sobre el sueño, donde se da cuenta que el significado simbólico obedece a una dinámica económica de la psique, esto quiere decir que los contenidos del inconsciente se despliegan mediante una ligazón, otorgándole el sentido al símbolo. Nótese que aquí surge un cambio interesante, y no menor, pues como decíamos, sin salir de la hermenéutica Freud nos dice que el significado simbólico ya no esta en un afuera, no es una realidad externa, sino que aparece a través de los contenidos del inconsciente, que si bien tienen un arraigo social, se juegan en la intimidad del inconsciente personal.
Frente a esto, otro conocido psicoanalista, de apellido Jung nos dice que aquellos contenidos inconscientes no son tan individuales como parecen, sino que habría un contenido arquetípico por medio del cual nosotros podemos llegar a simbolizar. Así por ejemplo, tenemos el arquetipo del Padre universal, o el arquetipo de la Muerte, vehiculizado, como sabemos, por la calavera. Estos significados vienen desde antes del nacimiento cargados genéticamente en una memoria que es común a toda nuestra especie y que tiene un origen filogenético.

Una nueva propuesta.

Existen diversas disciplinas que se preocupan de investigar la cognición humana, es decir, la capacidad de “generar” significado, entre ellas se encuentran la biología, la filosofía, la psicología, la teología, entre otras.
En la década de los 40´ y 50´ se comienza a desarrollar aquello que se conoce como la cibernética, un enfoque interdisciplinario que es fundamental para el posterior desarrollo de una nueva perspectiva en ciencias cognitivas, donde se plantea que los sistemas, y por supuesto los sistemas vivos, son capaces de manipular símbolos, es decir información, sobre una base de normas que llevaría al sistema a mantener su funcionalidad en un ambiente determinado. Cabe destacar, que aquí aun nos mantenemos en una postura donde la persona, es decir el sistema, procesa información desde el ambiente externo, y lo hace por medio de un procesador central que vendría a ser el cerebro y el sistema nervioso central. Sin embargo, nos dice Varela, “en los cerebros mismos no existen normas, ni un procesador de lógica central, ni su información se encuentra almacenada en direcciones precisas. En lugar de eso, los cerebros parecen operar sobre la base de interconexiones masivas, de una manera distribuida, de modo que su misma conectividad cambie como resultado de la experiencia” (Varela, 2000).
Esta “oscura cita” nos revela un conocimiento que se ha venido desarrollando a partir de la década de los 70´ y que da cuenta de una nueva percepción acerca de cómo podemos llegar a conocer el significado de los símbolos.
Varela nos dice que incluso las funciones perceputales mas simples, en el organismo mas simple realizan un procesamiento de la información que es altamente complejo y que supera por creces la capacidad de poder llegar a procesar la información de una manera secuencial (es decir, un elemento, y luego otro, y luego otro, etc.), y este modo complejo de procesamiento ocurre por medio de lo que el autor llamará una organización emergente. Esto es muy importante, ya que quiere decir que los símbolos no son el punto de partida de los significados. El sentido no surge a partir de un BIT de información, no surge a partir de un código preestablecido, ni de arquetipos, ni de significantes, sino que surge a partir de elementos casi caóticos que operan localmente, pero que debido a la estructura en red del organismo emerge una perspectiva o un significado global emergente desde esa complejidad.
Como se ha descubierto recientemente, las neuronas son capaces de formar nuevas conexiones a partir de la experiencia, de aquí se desprende que “la conectividad del sistema se vuelve inseparable de la historia de su transformación”. (Varela 2000), esto quiere decir, que en la significación simbólica existe una determinación histórica en la cual se desplegará la emergencia de significado.
Esto es sumamente relevante, ya que lo anterior sugiere que los símbolos no tienen función alguna por si mismos, no representan nada, no quieren decir absolutamente nada. Por ejemplo, si se separa un mandala de su observador, el mandala no tiene significado, tampoco lo tiene un triangulo de luces.
Con esto podemos notar que el significado no se encuentra afuera como algo dado y pre-existente, pero tampoco se encuentra en el observador, el significado surge en la determinación histórica corporal y social, la que se esta jugando constantemente, y a cada instante. “sujeto y objeto están en una relación de mutua especificación: surgen conjuntamente” (Varela, 2000).
Esta nueva propuesta opera en todos los niveles: a nivel de comunicación humana, a nivel de percepción biológica, a nivel de constitución física, y a nivel de significación, entre otros.
En conclusión el significado del símbolo, desde esta perspectiva, no tiene que ver con algo que sea ajeno a nuestra propia experiencia, se activa en lo cotidiano, en lo histórico, y en definitiva en lo emergente.

martes, 9 de junio de 2009

"LA CAPACIDAD DE HABLAR"

Estoy escribiendo, y sin embargo estuve varios minutos sentado frente a la pantalla, ya que no estoy seguro de que es lo que quiero decir. Estuve tanto rato pensando en lo que quería decirles a ustedes, que creo que una buena opción es hablar del hablar.
Hace unos días observe dentro del marco de una actividad grupal consistente en dibujar el propio rostro, a una señora que estaba frente al papel con el lápiz en la mano, del mismo modo que yo me encontraba hace unos minutos frente al monitor…bloqueada, con la mirada perdida, como si alguien afirmara el discurso, como si una mano invisible se posara sobre las manos, sobre la boca, impidiendo la expresión de elementos que están ahí latentes, pero escondidos.
En este momento recuerdo una serie de instancias en las cuales alguien me cuenta algo y calla en el momento crucial, o cuando hablando de cualquier cosa, y emerge algo que es nuevo para nosotros algo que nos habla de nosotros mismos.
No estoy diciendo que haya momentos en que no se comunique, solo digo que hay momentos en que la expresión consciente de algo se detiene, así como hay momentos en que esta expresión se desata.
Recuerdo que estuve muchos meses intentando escribir una canción y no me salía, o que después de escribirla debía botarla a la basura debido a su horrenda calidad. Y un día fue que estudiando cualquier cosa me vino el deseo explosivo, las ganas que me inundaron y me sobrepasaron, y termine escribiendo presa de mi inspiración -en un deleite de creación- una melodía que seria un regalo para la mujer que acompaña mis dias.
Aquí surge algo interesante, el discurso que nos inunda, que emerge y nos sobrepasa, o el discurso que no sabemos por que se silencia y se aleja de nuestros labios y nuestro cuerpo.

Los cuestionamientos del sujeto que vienen a problematizar y cuestionar conceptos que se sienten como ya dados, como la existencia del alma, la esencia del ser humano, su definición como sujeto en el universo, nos dan la idea de que el sujeto no existe si no es en un discurso. Discurso que suele venir desde lo otro, desde lo ajeno, desde la historia que ya existe antes de nosotros, desde el futuro que se escapa a nuestra percepción concreta.
Y las consecuencias de ello es que nos configuramos como personas desde un discurso ya hecho, que nos es ajeno, y que nos hace callar, o que nos incita a hablar cosas que están puestas en nuestras lenguas.
Dentro de este marco Nietzsche es un ejemplo de autor que nos invita a silenciar el discurso un momento, e intentar escuchar un poco más allá, para así comenzar a murmurar y a hablar desde un discurso propio…que se exprese nuestro cuerpo más allá de esas manos que toman tus brazos y tapan tu boca. Referirnos a nosotros mismos, no desde una vida que tiene un guion escrito. No dirigiéndonos a una etapa o peor aun, un final del camino, pues la vida es un camino sin fin ni comienzo, al menos sin un fin o comienzo pre-existente.

Bueno después de este viaje casi verborreico, es que se nos aparece la capacidad de hablar como algo mas allá del hablar entendido como el sonido con significados que salen de nuestras bocas o que entran por nuestros oídos, sino que la capacidad de hablar podríamos entenderla si queremos, como el ser mismo en su movimiento vital, ese devenir constante que se da mas rápido que el tiempo, mas rápido que el pensamiento, indomable, inaprensible…la vida misma del ser manifestándose.
Podríamos decir que hablar es un modo de existir, y el silencio, bueno el silencio es otro modo de existir.

jueves, 27 de noviembre de 2008

misterioso karma



te has dado cuenta de ese momento en el cual despues de dar cientos de pasos, vuelves a un punto en el cual ya estuviste?
donde algo se te hace familiar, pero no sabes decifrar bien que cosa es

hay un momento trágico, hermoso en el cual aquello que permanecia latente, se hace manifiesto...
donde aquello que estaba oculto, aparece, y derrepente las cosas cobran sentido
la flor florece.
cuando se reordena la percepcion de modo repentino
cuando creamos un nuevo devenir
es cuando el destino se manifiesta de modo claro antes nuestros ojos, ya sea como un porvenir, o como una consecuencia

aveces eso ocurre en un momento
otras veces se repite una y otra vez
y otras veces dura toda una vida

lunes, 27 de octubre de 2008

soñando despierto.

me encuentro sentado en este momento
mientras pienso en lo liviano del planeta que se encuentra bajo mis pies
una gran masa de piedra y arboles,
de montañas y mares
de seres que viven con ella
flotando en el espacio impensable.

pienso en la estrella que exploto hace miles de años para conformar mis ojos.
el misterio de los elementos en completa armonia
explosiva, intensa, sin tiempo.

mi mente viaja por el espacio
recorriendo lugares sin forma

mi cuerpo como una luz
mis manos como una luz
mis pensamientos como una luz

en este momento miro al suelo buscando algo
me encuentro con un mandala dibujado en alguna clase sin alma
donde esta el alma?
donde esta la explosion cosmica en mi pecho?


aveces siento que viajo muy lejos
otras veces siento que no voy a ningun lado
aveces me mareo un poco antes de sentir el silencio antes de quedarme dormido
aveces despierto cansado, y me duele el cuerpo...
como despues de un gran viaje

pero casi nunka recuerdo a los sueños mas bellos

viernes, 14 de marzo de 2008

LA MEMORIA


hoy iba en la micro y por quien sabe que, comence a recordar a una persona, una amiga a la cual no veo hace muchos meses. Pense un momento en ella.
cerca de 15 minutos despues llegue a mi casa, y al cabo de media hora me llega al celular un mensaje de ella.

es extraño esto del poder que tiene la memoria en nosotros, sobre todo porque cuando recordamos algo solemos darle una completud a lo recordado desde incluso elementos que nunka estuvieron en lo recordado; es decir que le damos realidad a algo desde lo irreal y asi completamos lo que ha sido nuestra experiencia vital con cosas que no necesariamente formaron parte de esa experiencia. Muchos diran que estos elementos vendrian a tener una funcion simbólica etc, etc... pero no kiero hablar de eso ahora

en este momento solo quiero hacer notar la fuerza, le poder que tiene esto de la memoria
y asi aparecen las memorias de lo que vimos alguna vez, de lo que olimos alguna vez, o de lo que escuchamos, entre otras cosas.
despues del mensaje, y despues de disfrutar el haberlo recibido
mi mente bago por otros recuerdos importantes
y recorde por ejemplo cuando estuve sentado en un arbol en medio de un bosque encontrandome conmigo mismo en completa armonia con el universo...
recorde tambien cuando una mujer se acurrucaba desnuda entre mis brazos mientras la lluvia caia afuera.
y asi
seguian los recuerdos, transportandome
recordandome
mostrandome

domingo, 2 de diciembre de 2007

la primera vez que estuve en zazen


PRIMERA PARTE.

zazen se refiere a la practica de lbudismo zen, en la cual se mantendría la postura precisa, la actitud mental precisa y la respiración precisa.


durante mucho tiempo busque un lugar en el cual pudiera realizar practicas budistas del tipo zen, pero no encontraba nada que me hiciera sentir comodo. pasó el tiempo y deje de buscar, y de pronto , sin darme cuenta casi, hable con alguien que conocia a alguien que practicaba budismo zen. me acerque a esa persona y me dio las indicaciones necesarias para que pudiera ir.
Ese dia me levante a las cuatro de la mañana para poder llegar al lugar de practica, que quedaba lejos de mi casa. ese dia tenia una prueba en la universidad, lo cual me ponia un poco nervioso ( ¿deberia estar estudiando en vez de ir?), pero pense que si no iba ese dia, cada dia surgirian nuevos pretextos, y nunca iria ( a veces buscamos cosas que nos atemorizan).

SEGUNDA PARTE

Cuando me baje del bus intraurbano aun estaba oscuro, no habia gente en la calle salvo unas pocas que caminaban solitarias en las calles, yo era una de ellas. hacia algo de frio
camine buscando la dirección, expectante por lo que podria encontrarme a mi llegada. finalmente llegue a una casa pequeña. no habia nadie, no habia timbre, pero la ventana estaba abierta, dentro la luz estaba prendida, habia una oficina, habian rastros de que alguien estaba ahí. golpee la puerta varias veces, pero nadie salia, parecia no haber movimiento. después de varios intentos fallados me sente en un banca que habia bajo la ventana y me puse a esperar.
no se cuanto rato habra pasado antes de que llegara una persona joven de mi edad y de rostro amable, me pregunto si habia alguien, le dije que no y que llevaba esperando un buen rato; el revisó la puerta, estaba abierta, me dijo que entraramos. El entró por un pasillo, yo me quede en la sala. habia una pecera grande con muchos peces de distintos tipos, y una estatua grande de budha en meditación.
de pronto vuelve la persona y me dice que entre, que la practica ya habia empezado, yo lo segui por el pasillo y de pronto el entro por una puerta de ventanas forradas en papel, al estilo japonés. yo me saque mis zapatos, mi abrigo y deje mis cosas en una banca, luego entre al dojo.

TERCERA PARTE

De fondo se esuchaba el sonido del agua cayendo, solo que no sabia donde. había un altar con una estuatilla de budha y frente al altar el maestro meditando, en otro estado, me dio la impresión de que sabia que estabamos alli, pero que a la vez no lo notaba.
no habia más gente. me senté en un cojín con las piernas cruzadas,mirando a la pared, e intente emular la posición de zazen, pero no tenia idea. cuando creí entrar en zazen (insisto: no tenía idea)
aparece el maestro a mis espaldas y corrige mi postura. comence a intentar entrar en estado meditativo, pro no podia, mi mente me llevaba , no me dejaba trankilo, cada vez que llegaba alguien me distraía, me acorde de una tecnica en la cual la mente se concentra rapidamente, y procure aplicarlo, sin embargo la mente de vez en cuando seguia llevandome.
estaba amaneciendo y el maestro dice:
practicar zazen significa estar en la postura correcta, tener la actitud mental correcta, respirar correctamente. ……. Nuestra mente, constantemente nos lleva al pasado o a nuestros anhelos. Practicar zazen significa estar aquí y ahora.
en ese momento recorde cuando practicaba con la guitarra, mientras hacia ejercicios de digitación se llegaba a un estado parecido.
y el maestro dice: practicar zazen es como practicar un instrumento musical, se está completamente ahí ( debo confesar que ahí me dio un poco de miedo seguir pensando)

de repente comence a ver luces de colores que se movian frente a mi, recorde que habia escuchado que en zazen, cuando aparecen este tipo de estimulos, uno debe hacerles caso omiso, ya que son un modo de autodistracción, me imagine que era una manifestación de la mente que se defendia de actuar de un modo distinto al que esta acostumbrada.
en eso suenan unas campanas. habian pasado 45 minutos, y yo no me habia dado ni cuenta de ello.
ahora la sala estaba llena de gente. todos se sentaron mirando hacia el frente, dando la espalda a la pared. y al ritmo de dos percusiones se cantaron lo que supongo eran mantras, sentia mi cuerpo caliente y mi cabeza extraña, sobre todo cuando hacían sonar una campana.
la meditación había terminado y nos dispusimos a salir en orden del dojo.